martes, 28 de abril de 2009

La bondad aún sucede y hay que abrir los ojos para verla y recrearla

UNA BELLA ANÉCDOTA DE UNA AMIGA DEL NODO DE NOVIOLENCIA EN CALI
Hola a todos y a todos

Muy contenta de haber compartido con ustedes esta noche, con relatorias, risas, comida, ideas, en ese hogar tan hermoso que Clara y Adalgiza han sembrado y a quienes les agradezco que hayan compartido un sitio tan mágico y lleno de historias.

Y más mágico aún cuando les cuente lo que me sucedió: Al llegar donde Carlos y Sorangel, quienes amablemente nos bajaron en el sofamóvil, nos percatamos que era un poco tarde (bibiana, lina, jhon y yo), así que comenzamos nuestra rápida caminata a la calle 5, para ver si alcanzabamos un bus, cuando gracias a los ejercicios de expresión corporal de Jhon Jairo (jejje), a quien inevitablemente vieron Niyi y su novio y decidieron llevarnos, gracias a ellos pudimos llegar a Alfonso López, donde comenzamos a caminar y a esperar el milagrito del Papagayo o Montebello, pero nada, cuando de pronto un recreativos se detuvo para llevarnos a terminar el recorrido a casa, primero Lina, que estaba a dos cuadras, luego Jhon y Bibiana y a mi de todas formas me figuraba taxi pues el conductor iba hasta la recta Palmira la entrada a la ciudad de Cali, un poco retirado de mi casa, sin embargo el conductor me dijo que me acercaba un poco, eso sí, si lo esperaba a tanquear, logicamente y ante todo lo que me ha pasado el último mes se me pasó de todo por la mente, sin embargo mi corazón me dijo que debía confiar y de esa forma esperé, encomendandome a todos lo espiritus benéficios.

Y saben lo que hizo el muy conchudo?, se desvió de su camino, entró a mi barrio y no contento con dejarme tres cuadras antes de mi casa (peatonal o callejón que le llaman), da reversa y se devuelve dejandome a tan solo una, solo porque vio la calle muy sola y yo le había dicho antes que me daba miedo. El conductor, un hombre extremadamente respetuoso, de quien me despedí dandole la mano y todas las gracias del mundo y además a quien decidí regalarle el trébol de cuatro hojas que me había traído de la casa, se lo merecía o no?, más cuando solo le había pagado $1300 del pasaje. jejeje.

Les escribo estas lìneas, para comenzar a volver el correo un chisme y un compartir de aquellas cosas buenas, ya que si somos capaces de enviar correos diciendo las nuevas modalidades de robo en Cali y sus centros comerciales, etc y que además lo volvemos tema de conversación, por que no hacer lo mismo con las buenas obras?.

Pues Mucho Ojo, ¡¡¡¡tengan cuidado!!!!, en Cali aún hay gente muy buena, solidaria y que actúa por desinterés. Con el poder de lo sencillo y lo sútil.

Un abrazo para todas y todos, que tengan un año nuevo muy positivo, con el desborde de ese Espirítu de amor, confianza, humildad.